Me envió un mensaje la brisa, un mensaje de que ya no te intereso.
Que ya no crees en el amor. Que ya no tienes fe, que ya no quieres luchar por esto.
Y sí, iba el mensaje firmado por ti, con tu puño y letra y admito que un poco forzado.
Decía con lágrimas derramadas en las letras más importantes: que decidiste dejarme ir. Que tu corazón ya no aguanta más…y con un toque de letras corridas decía: me duele amor, me duele.
En el fondo de la carta, había un animal abrazador desvaneciéndose, y un frondoso que lloraba hojas grises. La luz de mis ojos en aquel mensaje, sigue alumbrando las letras. ¿Será que hay un mensaje oculto? ¿Será que está encriptada?
No lo sé, pero sigo leyendo…leyendo tu despedida.
¿Será que no era conmigo? No era conmigo con quien tenías que demostrar afectos y libertades? Es un poco difícil cuando ves pasar aquel frondoso lleno de frutas, y dando todo lo que no dio para un jardín que tan poco pedía. Tan poco pedía que al final supiste hacerlo, pero en otro campo.
Sólo queda mirar, y sonreír, porque al menos algún césped de algún jardín llenarás de alegría. Siendo lo que debiste ser. Dando lo que debiste dar. Cultivando lo que para crecer necesitabas sembrar. Mi tierra tenía reserva para aguantar, succioné todo el agua pero al final en sequía quedé.
Mi jardín se ha quedado sin belleza, pero mientras lo tengas tú, puedo vivir soñando con otro espacio de tiempo en el que aún veo al menos la sombra de cuando estuvo allí mi amado y adorado dador de sombras
¿Con qué te quedaste? ¿Eres más feliz con una confianza nueva que reparando la tuya interna para éste, tu jardín hogar, tan lleno de malezas?
Cada día más me quedan menos Minutos Humanos.
Dicen que cuando ya no duele, se perdona….pero significa que ya no se ama?
---------….Entonces jamás te perdonaré…..--------
Sigo escribiendo cartas en mi corazón. Sigo en mi corazón aún leyendo grandes historias de amor, con finales felices, con regresos fantásticos y con un perfecto perdón.
¿Cuándo será que encontraré aquella persona, que estará por mí?
¿Cuándo encontraré al que deje padre y madre para unirse a mí y formar una familia?
¿Dónde estás?
Porqué me haces pasar por otras almas y me retienes en la tuya?
Estoy en un sillón viendo la luz entrar a través de mi pequeña y cuadrada ventana, nuevamente sola, nuevamente con miedo, nuevamente en la eterna esquina.
Oníricamente sola. Oníricamente Equina. Siendo cada letra de tu Mercader de Afectos.
Las tintas de tus pensamientos van forjando mi camino y mi destino se ve atrapado en la oscuridad de tus odios y la inmensidad de la luz brillante de tu amor, amor oculto en otras sábanas, disfrazado de común, disfrazado de atenciones, disfrazado de cansancio…
¿Qué se necesita? Está lloviendo y aún no veo a través de mi ventana cómo se enmienda un corazón roto. Luego de tanto tiempo transcurrido la herida sigue cerrando. De rodillas, con un mar en el cuarto, te rogaba tu estadía... pero ya era tarde…ya había llegado tu venganza, que me hizo sudar sangre…pelear con espadas, pelear con faldas, pelear con paciencia, pelear con gritos, y al final, pelear con mi partida… para luego en el tiempo regresar como si todo siguiera intacto, como si no tuvieras que poner millones de gasas… Y sí, seguía intacto, pero te tocaba curar.
Los recuerdos son tan vivos, que comen mis sueños. Y juré que así como la sombra que esta a tu lado iba a estar allí, para bien o mal, o que la muerte nos separara…iba a estar allí. Y así sería…y así será.
Es un silencio que manejan nuestros terceros, un murmullo que gime nuestro alrededor. Una mirada ensordecedora de nuestro gran público. Y muy poco interés de hacernos felices sino de ser felices teniéndonos para sí.
La Bella Durmiente fue tan afortunada en esperar…En esperar dormida…
