martes, 22 de octubre de 2013

Haciendo Historia



Y vamos haciendo el camino. Vamos creando los recuerdos. Queramos o no, se van impregnando en la piel de nuestra historia. Va amaneciendo y nos vamos haciendo más viejos. Algunos más certeros, otros más distantes de la pureza de la vida.

Eligiendo el día a día, vamos haciendo historia. Algunas cerradas, algunas abiertas aún, pero historia. Se van creando costumbres, se van creando tristezas, alegrías, y demás detalles que recordaremos cuando lleguemos a la senectud.

¿Es esto lo que quiero recordar? ¿Es esto lo que quería soñar con recordar? ¿Es esto lo que me moría por vivir? ¿Es este amor, el que vale la pena sostener en mis manos? ¿Es este corazón el que voy a dejar influenciarme por el resto de mi vida? ¿Encontré el hogar?

Aún sigo añorando algunos recuerdos que están tan adheridos a mí como si hubiesen nacido conmigo. Me pregunto si alguna vez la tristeza se irá; si alguna vez la tristeza cesará de embarcarse en mi puerto. Llegué a la orilla sí, y ahora siento nostalgia de la tempestad del mar, de su furia, de su incertidumbre. ¡Qué locura!

¿Será que todos los seres humanos tienen un espacio limbo-galaxial, como lo tengo yo? Lugar que sólo se puede definir para mi concepto como una realidad soñante, un lugar de estado. Estados de vida. ¿Será que otras personas se remontan como yo a olores, sensaciones, lugares y pensamientos y lo disfrutan como si existiese la teletransportación?

Hoy fue un día de lluvia. Lluvia que me lleva a recordar la vida. Es exhausto, ser yo. Vivir es excitantemente agotador para un ser nostálgico como yo. Quizás es el color de la lluvia, el comparar las lágrimas con gotas de lluvia, el ver nublado al horizonte, o sencillamente es sentir que el agua se cuela por las alcantarillas sin ser detenido por nadie. Nadie lo observó caer, nadie se sorprendió de verlo llegar, nadie lo disfrutó en el rostro, y simplemente cayó, y se perdió tanta belleza!

¿Cuándo se encrudece tu alma? Lo sé! He conocido muchas personas que son crudas, realistas y crueles, por ver tanto dolor! El ser humano, como tal, termina cansando de sentir dolor, y como protección, ya no se le mojan los ojos con las injusticias, muertes, y mucho menos con la ternura.

¿Te mueres por hacer feliz a alguien en este momento? ¿Hacerlo tan feliz, que podrías recorrer el mundo entero sólo para verlo sonreír, que podrías aceptar todos sus demonios internos y ayudarlo a sobrellevar la carga de la vida?

Cómo nos morimos por ser entendidos! Por ser, aceptados! Por ser, amados! Muchas personas en el mundo, amargadas con el mundo, decepcionadas, desilusionadas, que se han convertido en personas secas, crueles y desamorosas! Cuánto amor perdido! Cuánto dolor!  Y el dolor llegó a ganar la batalla contra el amor en sus vidas!

Un ser humano sumamente especial me escribió un día: “La crueldad no es más que un lorito de amor pidiendo amor”  Me pregunto qué le pasó a la crueldad para llamarse así. A lo mejor, vió demasiada, o sintió demasiada. Uno va convirtiéndose en lo que se expone.

La realidad, es la excusa de los maduros para no soñar.

Sin querer, regresamos después de haber pensado en todo aquello que debemos cambiar, buscar, rescatar, olvidamos todas aquellas respuestas que nos dirigían al lugar correcto; y lo que hacemos es seguir en la cotidianidad de lo que ya está, lo arreglado, lo cómodo, y nos convertimos en las paredes de algún malecón, que ve todo pasar, escucha todo suceder pero sigue estando allí. Al menos el malecón estará allí por miles de años humanos más; más del que tenemos nosotros para cambiar.


Estos días así, siento que tengo todas las respuestas, a todas esas preguntas de un corazón partido, de una lágrima que no cesa de brotar, de una mirada perdida de alguna prostituta esperando que salga el cliente del baño para darle un amor, que no es el de ella!. Me abrumo, lo siento como mi historia, me siento desgastada de pensar en todas las líneas dominó, suspiro; y lo único que logra salir de mí: es una lágrima. Una lágrima que debo dejar salír de mí...

martes, 8 de octubre de 2013

Actos de Fe


Gracias por pensar en mi nacimiento y darme vida!
Gracias por quererme en tu vida y unirte con mi padre para que yo existiera. Eres especial y jamás se me olvidará lo jovial que puedes llegar a ser. Gracias por estar para mí cuando me ves triste.
Gracias por estar en mis peores momentos de niñez.
Gracias por cantarme en la adolescencia para dormir.
Gracias por permitirme conocer a Jehová.
Gracias por haberme dado un beso que me hizo ver los colores.
Gracias por aquellas innumerables cartas que le dieron alma a mi vida.
Gracias por dejarme conocer la hermosura de un diente de león.
Gracias por presentarme el ser más pequeño pero sumamente tierno que me ha mantenido siempre niña: El principito.
Gracias por dejarme llorar cuando tenía que llorar.
Gracias por las horas de besos y hacerme sentir mujer por primera vez!
Gracias por bañarte conmigo bajo la lluvia. Fue fantástico. Fue vida!
Gracias por presentarme un hermano que fue como mi hermano para mí! A él jamás lo olvidaré.
Gracias por rescatarme, cuando salí de una burbuja doctrinal, y caer en las manos de un ser con principios y leyes de vida. No podía ser más nadie en este mundo que tú!
Gracias por las canciones dedicadas, por las canciones que aún recuerdo. Por decirme que estarías allí porque había un pacto, aún en la distancia, y aunque no lo quieras (o sí), aún siento que estás.
Gracias por decidir por tu vida, por tu familia, por tus 2 hijos, por tu bien, no te culpo por haber intentado ser feliz. Realmente feliz. Como te lo merecías. Como lo serás siempre!
Gracias por haber creído en mí por tantos años hasta el final, por haberme enseñado lo maravilloso que es un amor divino, que no tiene límites y que puede borrar acciones humanas carmesí.
Gracias por volar con mis manos cada noche. Cada pesadilla. Cada lluvia de recuerdos, entre ángeles y demonios.
Gracias por llevarme a hacer una transición de mi antiguo mundo a este mundo tan hostil, de forma tan tierna, tan simbólica, tan paciente y tan amorosa! Gracias por cuidarme y defenderme de todos! Creer en mí! Y hallar mis batallas, como tuyas de forma personal! Defender un pequeño ser que aún no podía decir que no! A tu familia, que es como la mía.
Gracias por darme la oportunidad de haberte conocido, conocer tanta entrega a una nieta, me hizo ver un amor diferente, un amor que sólo tu supiste dar. A ti…todas mis sonrisas, mi fe, mi corazón. Jamás conoceré un ser tan noble como usted.
Gracias por enseñarme a envolverme con mi entorno. Por ayudarme a superarme profesionalmente, a darme buenos consejos de vida, a manejarme en el mundo! A crecer! Gracias por ayudarme a crecer! Tus herramientas son las que intento hacer mías diariamente! Gracias por darme de lo prohibido que tenías para alguien especial! Gracias por amarme tanto y a tu manera muy especial!
Gracias por tener tanta paciencia, de recoger los pedacitos de mi corazón del piso, y con paciencia irlos pegando poco a poco, por aguantarte tanta dureza, tanta frialdad, tanto odio, tanto resentimiento, gracias a ti, volví a creer en mí. Gracias a tus manos suaves, a tus noches de trabajo conmigo, a tu cambio de vida. A tus abrazos, a tus noches en vela de mis sueños. A tus cariños, a tus atenciones tan desmedidas. A tus detalles para conmigo. Jamás podré pagarte, el haberme podido levantar una vez más, a intentar nuevamente vivir. Gracias por haberme mirado con fe. Haber creído que yo era el mejor ser de este mundo y meterte en este paisaje que estaba tan devastado! Gracias mi vida!
Gracias por hacerme volver a sentir atraída a la vida. Gracias por devolverme paz a mi corazón. Por enseñarme lo errada que estaba. Por enseñarme a escuchar realmente. A que se puede todo lo que me proponga. A darme mi valor y amarme a través de todos estos años que los dejé en soledad.
Gracias por mi fuerza profesional. No estaría aquí velando por mi futuro, si no me hubieses enseñado a labrarlo. A sostener mí pala con fuerza.
Gracias por dibujarme tu libertad! Y por comenzar a crear la mía! Desde tan pequeña y frágil.
Gracias por haberme dejado entrar en tu vida, por las noches de camarones, por las tareas, por las estrellas, por las sorpresas!
Gracias por dejarme conocer a alguien como tú. No sabía en ese momento que existiese. Conocerte en ese preciso momento me ayudó a no sentirme tan sola! Gracias porque al día de hoy, aún podemos conversar y reírnos de la vida!
Gracias, por enseñarme lo que es un alma gemela, por darme cuenta de que uno se puede sentir atraído hasta en pensamientos! Gracias por haber estado a mi lado tantos años de tanta lucha! De tanto que vivir, de tragedias, de alegrías, de hambre, de guerra, y lo más cómico…dentro de todo, de paz!
Gracias por permitirme hacer dieta para apoyar a una nena que tiene más de 12 años hoy. Gracias por permitirme entrar en tu familia, y en ese momento serlo realmente! Las mejores intenciones siempre fueron puestas de mí para ustedes aunque a su parecer, no con los mejores resultados.
Gracias a todos! Por lidiar con mis demonios internos. Con mis miedos, con mis tristezas, con mis noches en vela, con mis días de soledad. Con mis fantasmas, con mis sombras, con mis perseguidores.
Cada grano, cada detalle, cada paso de meses, años, décadas, que han entregado, forman parte de lo que soy hoy.
Si fue casualidad, si fue destino, si fue preparado por algún cosmos…agradezco que hayan sido ustedes los que hayan aportado, entregado algo a este ser nostálgico que llego a veces ser.
Gracias por irse en el momento que debían…aún eso, está en mi agradecimiento. Me han soltado tantas veces a volar. Y cada vez, he aleteado más fuerte. Con la esperanza de despedirme algún día de mis demonios internos, y verlos desaparecer de mí vida!
Pero de ustedes? Jamás!
Los llevo conmigo de por vida.
Gracias por haberse quedado en esta historia, lo más que pudieron. Lo más que dieron, lo más que anhelaron. Y más que todo, gracias por tener un acto de fe. Un hermoso acto de fe…


Gracias!

Códigos

  Habías tomado la decisión de irte. Pero luego te encontraste con ese pedazo de amor que aún tenías. Y luego, decidiste que eso era suficie...