jueves, 30 de julio de 2015

Soledad


Quizás no fue mi intención.
Un ser espectacular, me enseñó a que mi máscara no debe estar siempre. Que debo mostrar quien soy, no solo la que se cubre de risas para alegrar a los demás, aún cuando me siento desconsoladamente triste.

La gente me critica, porque siempre hablo de mi mundo. Dicen que mi mundo es el mundo en que todos viven. Y eso: no es cierto.

No es que no cometa errores. Pero siento una energía impresionante siempre por mejorar. Y eso, hace que mi mundo sea especial. Al menos eso creo cuando converso con mi soledad.

Esa que se sienta conmigo, y me ayuda a abrirme, aunque todos piensen que no me cuesta. Esa que me acompaña cuando voy camino al trabajo. Esa que me acompaña al baño. Esa con quien me levanto cada mañana. Esa...que me escucha llorar. Esa que sabe cuando algo me ha herido después que cuento un chiste.

A esta soledad que vive en mí. Que me pregunta por las personas que han pasado durante mi vida. A esa, le escribo hoy.

Dejame separarme de ti! Dejame para poder crecer y endurecerme. No me hagas pensar ni creer que hay algo hermoso en cada ser humano. Pues, contigo a mi lado, creo! Actúo como niña cuando debo ser adulta.

A todos ustedes, que viven vidas paralelas como yo. Yo también existo. También estoy aquí.


Me hubiese gustado conocerte, cuando estaba sola, y no cuando soledad nunca se separara de mí.

Pero debo admitirte, soledad, que me ayudaste a pasar noches sola, pero nunca en soledad, porque estabas allí, viéndome llorar cada noche. Y por eso, siempre te estaré agradecida. Solo tú, conoces mis huellas, pisadas, y cemento de mi alma.




Códigos

  Habías tomado la decisión de irte. Pero luego te encontraste con ese pedazo de amor que aún tenías. Y luego, decidiste que eso era suficie...